1. Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal
depende de la unidad de NAASCA.
2. Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un
Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros
líderes no son más que servidores de confianza. No gobiernan.
3. El único requisito para ser miembro de NAASCA es
un deseo de recuperarse y sanar del abuso y trauma infantil.
4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros
grupos o a NAASCA, considerado como un todo.
5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al
sobreviviente adulto de abuso infantil que aún sufre.
6. Un grupo de NAASCA nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de NAASCA a
ninguna entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de
dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
7. Todo grupo de NAASCA debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a
recibir contribuciones ajenas.
8. NAASCA nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio
pueden emplear trabajadores especiales.
9. NAASCA como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités
de servicio que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
10. NAASCA no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por
consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en
la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato
personal ante
la prensa, la radio y el cine.
12. El anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones,
recordándonos siempre anteponer los principios a las personalidades.
|